“Desarrollamos ‘Paisajes Productivos Protegidos’ (PPP) en busca de conciliar las actividades productivas con la conservación de la biodiversidad y los servicios ambientales de los entornos donde se produce”, dijo Alejandro Brown, de la Fundación ProYungas, durante su exposición en el Foro Empresas Sustentables, que organizó la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc).

Según contó, el programa pretende integrar las visiones productiva y ambiental, para llegar a la sociedad con un mensaje diferente y esperanzador, que posicione al sector productivo como la solución a los problemas ambientales. En un PPP el paisaje está compuesto por áreas productivas y silvestres, y la actividad productiva genera los compromisos y los recursos económicos para que las áreas silvestres sigan existiendo.

El programa está conformado por cinco líneas de trabajo: la planificación territorial -busca identificar los sitios donde se produce intensivamente y donde se conserva los servicios ambientales-, las buenas prácticas -eje central de muchos tipos de producción-, el monitoreo de biodiversidad -identifica cómo el vínculo de las actividades productivas y la naturaleza se mantienen en el tiempo-, la comunicación interna en las empresas -que el personal conozca todos los compromisos que la firma vienen haciendo-, y la comunicación hacia afuera -que la sociedad conozca los esfuerzos y acciones que hace el sector empresarial por la protección de la naturaleza.

Este concepto de PPP está siendo expandido actualmente como concepto en la región del Norte Grande de Argentina -con financiamiento de la Unión Europea- y en otros países, como Paraguay, Perú, Sudáfrica, Chile y Uruguay. Hasta 2030 un se pretende que un millón de hectáreas se encuentren bajo este concepto.

Presente

Actualmente los distintos tipos de producción vinculadas al PPP son la producción ganadera de la comunidad Menonita en Paraguay; caña de azúcar, con el Ingenio Ledesma, y la producción citrícola con empresas como Citromax, Citrusvil y San Miguel. “En el último tiempo venimos avanzando con el sector forestal, con empresas que involucran más de un 30% de la actividad forestal del país”, contó.

“Nosotros consideramos que la solución a los problemas ambientales del país está en manos del sector productivo. Para ello es necesario fortalecer la alianza entre las organizaciones de la sociedad civil y las empresas que creemos en la producción como el eje fundamental del crecimiento económico del país y del desarrollo de un compromiso ambiental más fuerte. Este es el principal dilema, pero también la gran oportunidad”, subrayó el especialista.